Por años, dichas organizaciones guardaron silencio y financiaron con falsos programas de reinserción a los grupos terroristas que mantuvieron en zozobra al país.
El Salvador es un país soberano y el Gobierno cuenta con la gobernabilidad y el respaldo de la ciudadanía para tomar las decisiones que sean necesarias para responder por el bienestar y seguridad los salvadoreños.